26 oct 2008

Antonio Gramsci - Ideología


Otro marxista historicista destacable es Antonio Gramsci, el cual no trabaja el concepto ideología, sin embargo, despliega uno íntimamente ligado a él, la hegemonía. La hegemonía, para este filósofo, es el modo por el cual el opresor hace que el oprimido consienta su dominación y situación socio-económica sin coacción alguna. La hegemonía se consigue mediante estrategias tales como las mejoras salariales, los discursos políticos, la estratificación socio-económica del proletariado para fomentar el arribismo dentro de la clase o la instauración de sistemas de democracia de “baja intensidad” como son las formas de bipartidismo o de democracia liberal existentes hoy en día en los países occidentales. El Estado se muestra como un órgano neutral dentro de la lucha de clases, pareciendo el órgano de violencia legítima en vez de un instrumento de opresión de una clase sobre la otra. La clase dominante se hace querer e intenta convencer de que el sistema actual es el mejor sistema posible no sólo para el opresor si no también para el oprimido. Nunca coaccionará violentamente al oprimido a no ser que sea estrictamente necesario ya que, si no, peligraría la hegemonía que tan finamente ha urdido. A medida que se desarrollan los medios de producción, también se fabrica una mejor y más efectiva hegemonía, por tanto, es cada vez más difícil deshacerse de las formas de dominación burguesas hegemónicas. Teniendo en cuenta que el socialismo, para funcionar, necesita un desarrollo considerable de los medios de producción: en un capitalismo joven, es más fácil iniciar la revolución pero más difícil construir el socialismo, mientras que en un capitalismo maduro es más difícil iniciar la revolución pero mucho más fácil continuarla.El proletariado tiene una concepción del mundo y un “sentido común” que es un popurrí entre la hegemonía inculcada por la clase dominante y experiencias cosechadas por él mismo. Por tanto, para acometer una lucha revolucionaria exitosa, primero se debe atacar la falsa consciencia inculcada, si no sencillamente no se iniciará dicha lucha. Para luchar contra la hegemonía burguesa, hay que forjar una contrahegemonía y discernir entre los elementos progresistas de los elementos reaccionarios dentro de la consciencia del pueblo, separar la grana del oro. Esta labor la debe llevar a cabo un cierto tipo de intelectual, el intelectual orgánico. Ya que todos somos seres con intelecto, todos seríamos intelectuales, sin embargo, muy pocos hacen la función social de intelectual, aquellos que ejercen socialmente de intelectuales son los intelectuales orgánicos.

24 oct 2008

Lukacs - Ideología


Un concepto, expuesto por Lukács, de especial interés es la reificación. La reificación es un tipo de alienación que consiste en la alineación particular en el modo de producción capitalista. La reificación es la deshumanización de la experiencia humana, la ontología sesgada. Al atomizarse el trabajo en una larga lista de ultraespecializaciones, el ser humano no reconoce la sociedad como el fruto de su propia mano y se ve incapaz de cambiarla. El proletariado observa la sociedad, fruto de sus esfuerzos, raptada y deformada e intenta recuperarla mediante la acción política. A través del autoconocimiento, de una manera dinámica, el proletariado se cambia a sí mismo y a la sociedad ya que conocer algo es cambiarlo. Lukács llega a una interesante conclusión, conocer es una práctica revolucionaria de por sí.Hay un problema, Lukács percibe las clases como un todo coherente cuando, en realidad, son cuerpos complejos y heterogéneos. Ve a la ideología como la consciencia pura de una clase cuando las ideologías operan en relación a una “contra”, es decir, una ideología antagónica con la cual establece un diálogo. Lukács, idealista ad nauseam, dice que si el proletariado está contaminado con la ideología dominante o burguesa no es proletariado en sí, tan solo es una mercancía más del capitalismo, llegará a ser clase en sí cuando se vuelva proletariado consciente.

22 oct 2008

Theodor Adorno - Ideología


Dentro de la corriente marxista, se puede destacar a la llamada “Escuela de Frankfurt”. La “Escuela de Frankfurt” es un grupo de filósofos, sociólogos, psicólogos y economistas marxistas que intentaron e intentan renovar y poner al día la teoría marxista. Theodor Adorno es uno de sus mayores exponentes. Adorno creía que la ideología se podía comparar con la abstracción homogenizadora que se produce en el valor de uso una vez introducido el dinero en el intercambio mercantil. La ideología sería aquí la homogenización de un mundo que en realidad es heterogéneo. El socialismo, dentro de esta concepción, sería el llegar a la reconciliación de un mundo de diferencias, la liberación de la diversidad del valor de uso. Jurgen Habermas, discípulo de Adorno y miembro de la escuela de Frankfurt, siguiendo a su maestro, desarrolla una concepción de Ideología más centrada en el lenguaje. La ideología sería, para él, la forma de comunicación distorsionada sistemáticamente por el poder. Lo contrario a ella sería la crítica emancipatoria que se alcanza superando los límites del dialecto común. Dicha crítica emancipatoria se consigue mediante métodos psicoanalíticos.

15 oct 2008

Schopenhauer, Freud, Nietzche - Ideología


Eagleton no se priva de mostrarnos concepciones de ideología de autores no marxistas. Repasemos rápidamente su exposición. Schopenhauer creía que el máximo regidor de nuestro ser era la Voluntad, una fuerza fútil y vacía. Enfrentarnos a esta realidad sería demasiado traumático para nuestras pretensiones de sentido, por tanto, el intelecto enmascara esa verdad. Pensamos que la vida tiene un sentido, la razón es el disimulo de la voraz Voluntad; esta falsa noción sería la ideología. Mientras que la teoría nos lleva a la conclusión que la vida carece de todo significado, la ideología vela esa horrible revelación. Nietzsche, sucesor de Schopenhauer, en cambio, cree que el regidor de nuestro ser es el Poder o el deseo de Poder. La razón, para Nietzsche, es la provisional forma con la que estructuramos el mundo para que podamos explotar al máximo nuestras facultades para poder prosperar. Todo pensamiento sería interesado y, por tanto, ideológico. Sigmund Freud, heredero de los dos anteriores y padre del psicoanálisis, cree, al igual que Schopenhauer, que nuestra motivación de nuestro ser se encuentra en una especie de voluntad llamada aquí el inconsciente, siendo la razón sería el apéndice epistemofílico del inconsciente. La mente, para Freud, estaría afectada por una distorsión permanente, siendo la ideología endémica en ella. Referente a lo social, según Freud, somos capaces de autoreprimirnos por un vínculo masoquista con el agente psicológico denominado superyó.

12 oct 2008

Louis Althusser - Ideología


Otro marxista destacadísimo es Louis Althusser. Althusser, filósofo marxista francés, era antihumanista (ya que no creía en una esencia humana) y antihistoricista (ya que no creía que el conocimiento sea histórico). Desecha el concepto de reificación porque presuponía una esencia humana; para él, el marxismo era un antihumanismo teórico, era, ante todo, una ciencia, el materialismo histórico. Althusser parte el conocimiento, de una manera un tanto burda, entre aquello que es ideológico y aquello que es científico. Lo científico, en lo cual engloba a la teoría marxista, es un sistema de búsqueda y la clasificación de datos basado en un esquema ensayo-error. Lo ideológico (o pre-científico) no es epistemológico y no se puede valorar como erróneo o verdadero sino que tiene más que ver con nuestras relaciones emocionales y afectivas con el mundo. Toda acción sería ideológica ya que se necesita un todo coherente e ilusorio para actuar, una imagen centrada en nosotros del mundo. Althuser define la ideología –influenciado por Lácan- como las relaciones imaginarias de los individuos con sus condiciones reales de existencia. Esta concepción, pese a brillante, peca de demasiado monista.Si muriéramos hoy mismo, el mundo no se daría cuenta ya que la realidad está descentrada respecto a nosotros como individuos. Asumir y tener presente esta verdad como una casa sería demasiado deprimente, por tanto, la ideología es el mecanismo por el cual vemos la existencia como algo orientado hacia nosotros, nos da “ser” y trascendencia. Esta ideología centrada en el yo, incluye también al Sujeto. El Sujeto es el conjunto de significantes que nos mantienen en nuestro lugar, una especie de Superyó freudiano. En este esquema, la libertad sería aquel estado en el cual aceptamos los imperativos del Sujeto y actuamos por nosotros mismos sin coerción o, dicho de otra manera, es el autoencarcelamiento.Desde un punto de vista social, la ideología sería el cemento que une la sociedad. Con ella, cada uno asume sus puestos sin rechistar demasiado. Esto se daría en una sociedad esclavista, primitiva, feudal, capitalista o (¡Oh, horror!) en una sociedad comunista. La ideología sería necesaria también en sociedades postclasistas y postexplotación ya que desempeña una importante función sociológica. La ideología es también un mapa social simplificador que será siempre necesario ya que los procesos sociales son demasiado complejos debido a su atomización.