
Un concepto, expuesto por Lukács, de especial interés es la reificación. La reificación es un tipo de alienación que consiste en la alineación particular en el modo de producción capitalista. La reificación es la deshumanización de la experiencia humana, la ontología sesgada. Al atomizarse el trabajo en una larga lista de ultraespecializaciones, el ser humano no reconoce la sociedad como el fruto de su propia mano y se ve incapaz de cambiarla. El proletariado observa la sociedad, fruto de sus esfuerzos, raptada y deformada e intenta recuperarla mediante la acción política. A través del autoconocimiento, de una manera dinámica, el proletariado se cambia a sí mismo y a la sociedad ya que conocer algo es cambiarlo. Lukács llega a una interesante conclusión, conocer es una práctica revolucionaria de por sí.Hay un problema, Lukács percibe las clases como un todo coherente cuando, en realidad, son cuerpos complejos y heterogéneos. Ve a la ideología como la consciencia pura de una clase cuando las ideologías operan en relación a una “contra”, es decir, una ideología antagónica con la cual establece un diálogo. Lukács, idealista ad nauseam, dice que si el proletariado está contaminado con la ideología dominante o burguesa no es proletariado en sí, tan solo es una mercancía más del capitalismo, llegará a ser clase en sí cuando se vuelva proletariado consciente.

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